Güines, junio 26 de 1960
Sr. Buenaventura Luis
Bejucal
Mi querido amor:
Sólo unas líneas para saludarte. Es mi oración te sientas bien, yo gracias a Dios estoy bien.
El domingo pasado te hice una cartica y se la entregué a Laudoína para que te la llevara, pero en ella te decía que pensábamos ir para San José, y no fue así como yo pensaba, sino que como tú sabes, vinimos para Güines.
Mi vida, Si tú supieras la tristeza que me dio cuando fui a la casa donde ustedes estaban parando, pues yo iba de lo más contenta pensando que te iba a encontrar en la casa; que decepción lleve tan grande. Yo pensé que a ti que sucedería lo mismo cuando te lo dijeran. Yo hubiera deseado quedarme para el culto de la noche, pero no estaba en mi poder hacerlo.
Mi vida, anoche soñé algo que te voy a contar, pues soñé que nos habíamos casado, pero yo ni me di cuenta cuando leyeron la ceremonia. Luego me vi en un lugar sola contigo. No te voy a seguir contando porque me da pena; no tiene gran importancia, pero te lo diré después más tarde (no me vayas a pedir eso).
Mi amor, puedes escribirme a San José, pues el martes o miércoles vamos para San Nicolás y el sábado pasaremos, si Dios quiere, en San José.
Viejo, tengo muchos deseos de verte y de hablar contigo. Te diré que cuando terminemos la provincia de La Habana vamos a sacar el pasaporte, si Dios quiere, así es que prepárate para que vayas a despedirme.
Dime cómo sigue tu papá, yo siento mucho su enfermedad, pues al sufrir tú, yo también, pero oremos a Dios para que sea sanado.
Dime qué has pensado acerca de lo que hablamos en la conferencia (de la boda). Yo quisiera casarme para estar contigo, porque te quiero mucho y deseo atenderte en todo como tú mereces, pero también deseo hacer la obra de Dios. Si tú fuera conmigo me sería mejor, pues sería feliz del todo.
Bueno, mi corazón, no te escribo más porque ya es casi hora de dormir. Dime si estás bien de salud; dime muchas cositas. Escríbeme bastante ¿sabes mi amor? Sin más por esta noche, recibe el cariño de tu novia que te quiere con el alma,
Lucía González de Luis
Notas: Saludos a todos en mi nombre. Dile a Pancita que no se aflija por las canas, que eso es de la vejez. Escríbeme a San José. |